Génesis gira en torno al amor adolescente, a partir de tres historias que invitan al espectador a reflexionar sobre las claves del proceso de llegar a la vida adulta. En su tercer largo de ficción, Lesage se sirve de parte de su propia biografía para explorar la psicología de los más jóvenes en su proceso de reafirmación personal.
Guillaume (Pellerin) está en un internado masculino. Bajo su capa de estudioso y graciosete compañero de clase, se esconde un joven atribulado por sus sentimientos hacia su mejor amigo. En un ambiente en el que hasta las acciones más nobles de compañerismo pueden interpretarse erróneamente, una confesión así puede suponer el fin de una amistad, más cuando el destinatario de ese amor no sabe cómo gestionarlo.
No menos problemas tiene Charlotte (Noéé Abita), hermanastra de Guillaume. Expulsada sin querer del confort de una relación joven pero aparentemente estable, explora sus propios sentimientos y su manera de entender la fidelidad a través de nuevas relaciones, no siempre libres a pesar de lo socialmente aceptado.
Por último, Lesage presente al espectador a los más jóvenes, Béatrice (Émilie Bierre) y Félix (Édouard Tremblay-Grenier). Si Guillaume no acaba de entenderse con su amigo como a él le gustaría y Charlotte no termina de coordinar sus expectativas con sus partenaires, Béatrice y Félix con quien no logran sincronizarse es con el tiempo: llega el final del campamento de verano y, con ello, su historia juntos. Al menos, hasta el siguiente verano. Simplemente, su relación no ha nacido en el momento adecuado.
92 minutos de plano secuencia para recrear una masacre
En el filme, la protagonista, Kaja (Adrea Berntzen), una joven de 18 años, trata de encontrar a su hermana en medio del terror y el caos. La cámara no se separa de ella durante los 92 minutos que dura la cinta, por lo que el espectador se ve obligado a compartir el punto de vista subjetivo de la joven. Es posible sumergirse en toda la realidad del terror del tiroteo, de la angustia por la desaparición de los seres queridos o de la incertidumbre por la posibilidad de que un futuro de ilusiones pueda quedar truncado en apenas un segundo. Todo un ejercicio cinematográfico que parece beber del pasado periodística de su director.
Un tributo con formato documental
Aunque se aleja del típico documental biográfico, Entendiendo a Ingmar Bergman incluye una gran cantidad de material en el que aparece el propio homenajeado.