No es fácil ser un niño pequeño en una ciudad desierta cubierta de nieve cuando lo que te apetece de verdad es sumergirte en los océanos con Jacques Cousteau. A veces, incluso los sueños más increíbles pueden hacerse realidad, sobre todo si tus compañeros de aventura son un astuto gato pelirrojo y un globo con forma de pulpo.