El director ha inaugurado hoy las actividades de La Meseta, con motivo de su participación en el festival Meet You y coincidiendo con el estreno en salas de ‘Tardes de soledad’
Hoy se estrena en salas la película Tardes de soledad, del cineasta Albert Serra, ganadora de la Concha de Oro en la última edición del festival de Cine de San Sebastián, y hoy inaugura su actividad La Meseta, el Laboratorio de Creación, Desarrollo, Distribución y Divulgación Cinematográficas puesto en marcha por la Junta de Castilla y León y la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). Y ha sido precisamente el creador catalán quien, con motivo de su participación en el festival Meet You que organiza el Teatro Calderón de Valladolid, ha hecho confluir ambas celebraciones en un encuentro con el público celebrado en el Espacio Seminci.
Alrededor de un centenar de personas se ha reunido para escuchar al director, quien, tras criticar entre bromas a quienes optan por rodar documentales como receta contra el aburrimiento, ha relatado el proceso de rodaje y montaje de Tardes de soledad, trabajo «real» que tiene como protagonista al torero Andrés Roca Rey, que se aleja del propósito de otros trabajos de este género que buscan vender o cautivar a la cámara.
La toma de decisiones en torno a la selección de imágenes a incluir en el montaje, ha relatado, hizo aflorar diferencias entre el maestro, quien consideraba que el director le había traicionado por mostrar una realidad que no era representativa de su figura y de su arte, y el propio creador, quien ha aseguraba que, desde ese punto de vista, le traicionó involuntariamente «con difícil solución».
«¿Qué voy a hacer, un mal documental por ser condescendiente con sus deseos?», se ha cuestionado para, a continuación, aseverar que el deber de todo documental es traicionar su sujeto porque al hacerlo con una visión artística, el sujeto pasa a ser objeto «puro y duro, como en una película de ficción».
El director Albert Serra, junto a José Luis Cienfuegos, director de Seminci, en la actividad inaugural de La Meseta. © Aida Barrio
El equilibrio entre innovación y tradición
Ser «inteligente» es ser sabedor de esa «capacidad de traicionar sin remordimientos» porque «la obra de arte lo merece». Y ser una persona «más o menos digna» te lleva a tratar de hacer compatibles respeto y traición, aunque no desde el inicio: «empezar así ya es malo».
La arbitrariedad se convierte entonces en requisito imprescindible para el arte. «El tema de un documental artístico es la arbitrariedad del director porque si copia la realidad tal y como es, ¿dónde está lo artístico?», ha defendido Serra, quien ha apostado por tomar decisiones coherentes y equilibradas entre su arbitrariedad y el equilibrio de los elementos. Porque es en ese margen, en ese espacio en el que ambas confluyen, donde se enmarca la calidad de la película.
No obstante y pese a haber hecho uso de esa arbitrariedad para garantizar la esencia artística de su trabajo, ha reconocido que su única preocupación radicaba en que los profesionales vieran rigor en su trabajo.
El director Albert Serra, durante su encuentro con el público en Espacio Seminci. © Aida Barrio
El narcisismo y lo pintoresco
Además de la arbitrariedad que le ha permitido mostrar la realidad, ha contado que le interesaba lo «pintoresco» de Tardes de soledad, película en la que el narcisismo juega un papel muy importante. «Un torero en la plaza no es mirado de la misma manera que un futbolista, y es así por el valor. Es deseado, atrae de una manera diferente», ha explicado.
Su recorrido por las salas ha comenzado hoy y llega el momento, según la propia recomendación del creador, de buscar asiento en primera fila para no perder detalle de nada. «El cine contemporáneo es cada vez más complejo y por eso necesita de la gran pantalla. Si no, se vuelve un libro».
Un centenar de personas asistieron a la primera actividad del laboratorio de divulgación de La Meseta. © Aida Barrio