71 edición. Del 23 al 31 de octubre de 2026.
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Maruja Torres regresa a Seminci 60 años después: «El cine fue un escape para mi generación»

Maruja Torres regresa a Seminci 60 años después: «El cine fue un escape para mi generación»

©Seminci / Photogenic / Pablo Requejo
Maruja Torres regresa a Seminci 60 años después: «El cine fue un escape para mi generación»


La periodista y escritora recorrió sus 10 películas favoritas del festival en un encuentro lleno de nostalgia y cinefilia junto al escritor y comentarista cómico Edu Galán

En el marco de las actividades conmemorativas del 70º aniversario de Seminci, Maruja Torres y el escritor y guionista Edu Galán mantuvieron el 17 de septiembre un encuentro con el público vallisoletano en el Auditorio FUNDOS Fórum, que se convirtió en un viaje emocional por la historia del festival y del cine a través de sus diez películas favoritas del certamen.

Maruja Torres eligió una camisa de seda negra. La ocasión lo merecía. Había pedido que se la plancharan en el hotel porque venía a Seminci 60 años después de su primera visita como periodista. Cuando, con solo 23 años, cubría festivales para la revista Fotogramas y se sentaba en el Aula Triste del Palacio de Santa Cruz como quien asiste a misa para escuchar las Conversaciones de Cine de Valladolid. Después de tantas décadas como reportera, periodista y escritora, Maruja conoce bien el dress code: chaleco de Kevlar en las guerras y seda para hablar de cine. Más una kufiya (el pañuelo palestino) sobre los hombros.

Conversaciones de Cine de Valladolid, Palacio de Santa Cruz, 1966. © Seminci

El cine como refugio generacional

«En aquella época no veíamos buen cine salvo en los cineclubes. En Valladolid descubrí otras personas que eran como yo y que se juntaban aquí. De esa platea en la que estábamos muchos cinéfilos salieron profesionales después que volvieron como jurados o invitados; fue una cinefilia fructífera», recordó la escritora, que defendió con humor el hablar del pasado de un festival, más joven que ella. «Me han invitado por ser una dinosauria y voy a hablar como una dinosauria», broméo.

Reconoció que, aunque se lo pasó muy bien en Seminci, no echaba de menos a la mujer que era a los 23 años. “No sabía nada de la vida. Sólo que el cine me refugiaba, me enseñaba y aprendía», reflexionó. Para las personas de la edad de Torres, nacida en 1934, el cine fue mucho más que entretenimiento: «El cine fue un escape para mi generación; no os podéis imaginar lo que era poder ir dos o tres veces a un cine de barrio para ver las mismas películas seguidas y no volver a casa porque se estaba mejor en el cine», recordó con nostalgia.

Respecto al festival, se alegró de su evolución sin haber perdido su carácter de refugio para los amantes del séptimo arte. «Mucho mejor Seminci que Cannes», comparó con la ironía que la caracteriza. «Allí son todos muy guapos, pero pasan deprisa. Aquí tienes más tiempo».

Maruja Torres. ©Seminci / Photogenic / Pablo Requejo
Edu Galán. ©Seminci / Photogenic / Pablo Requejo

Sus 10 películas favoritas: un recorrido personal por los 70 años de Seminci

Los 400 golpes. Francois Truffaut.

«No hay cinéfilo que no la ame, si has soñado con ser otra cosa y salir», afirmó Torres sobre la obra maestra de Truffaut. «Me encanta Truffaut; me enternece, aunque de la Nouvelle Vague me gusta más Louis Malle», reconoció.

La ley del silencio. Elia Kazan.

«Aunque Kazan era un canalla, la película tiene mucha poesía dentro. Brando inspira ternura», confesó sobre esta película, que considera especialmente cercana y de la que no puede olvidar la escena en el palomar entre Marlon Brando y Eve Marie Saint.

Blue Collar. Paul Schrader.

Según Maruja Torres, es una película de «gente muy pobre en manos de sindicato corrupto», y recordó a los tres protagonistas: Harvey Keitel («Cuando le vi en un ascensor en San Sebastián fue una desilusión porque era muy bajito»), Richard Pryor («Dio muchos problemas en el rodaje por las drogas; hasta se prendió fuego él mismo») y Yaphet Kotto («En Alien apareció con la misma badana en la frente que en Blue Collar»).

Por su parte, Edu Galán apuntó que el director, Paul Shrader, vive en un geriátrico,del que sale para rodar y vuelve después. «Quiero la dirección de ese geriátrico», avisó Maruja Torres.

Tutti a casa. Luigi Comencini.

Respecto a esta comedia antibelicista protagonizada por Alberto Sordi, la periodista fue rotunda: «La recomiendo. Soy devota del cine italiano. A España llegaba mucho cuando las majors no enviaban cine», explicó sobre su pasión por el cine transalpino, aunque reconoció que no le gustaba ver películas de Neorrealismo Italiano porque reflejaba la misma miseria que se vivía en España.

Amanecer. F. W. Murnau

Sobre esta joya del cine mudo, rememoró: «La vi en una retrospectiva en Seminci en 1966 y supe entonces lo que era el cine mudo más allá de Chaplin y Keaton. Es una historia preciosa, aunque el argumento de una mala mujer que corrompen al hombre está ya rancio. Pero la belleza con la que está filmada lo compensa».

Juguetes rotos. Manuel Summers.

«De Summers podría haber escogido Del rosa al amarillo, pero he elegido esta porque sale el Gran Gilbert, que trabajaba en la Bodega Bohemia, un cabaret en el Barrio Chino de Barcelona al que bajaban los señoritos para pasarlo bien», explicó sobre su elección más personal y nostálgica. «Summers se adelantó a los documentales sobre qué fue de personajes famosos», afirmó, reconociendo después que no le gustan. «Seguramente, porque me veo a mí misma».

Primera plana. Billy Wilder.

«Me gusta porque Billy Wilder es muy cínico y retrata muy bien el periodismo», justificó esta elección que conecta con su propia profesión, y recordó además otra película imprescindible sobre periodistas del mismo director, El Gran Carnaval. «Me hice fan del periodismo y de la idea del periodismo con Mientras Nueva York duerme, de Fritz Lang», reconoció la reportera, porque muestra a una mujer en un ambiente muy masculino.

Familia. Fernando León.

Al volverla a ver antes de este encuentro, Maruja Torres admitió que había encontrado algo que no había visto la primera vez: «Me he dado cuenta de que es un gran homenaje a los cómicos» y recordó la entrevista que le hizo a una de las actrices protagonistas, Agata Lys, cuando estaba en la cima de su fama. «Me recibió vestida de sirena dorada, se tumbó en la cama y dijo: ‘Pregunta’».

Hola, ¿estás sola? Icíar Bollaín

Cuando la mención de esta película causó un repentino rumor en la sala, Maruja Torres recordó que el viaje de las protagonistas comienza en Valladolid. Aunque lo que quiso destacar la escritora fue que este título supuso el debut en la dirección y la consagración del rico mundo creativo de una de sus «hijas de cine»: Icíar Bollaín, a quien, junto con Ana Torrent, había visto crecer desde que protagonizaron siendo niñas El sur y El espíritu de la colmena, respectivamente, ambas de Víctor Erice.

West Beirut. Ziad Doueiri.

Al haber sido la capital del Líbano el segundo hogar de Maruja Torres, no es de extrañar que eligiera esta película, «rodada en un Beirut que todavía no había sido víctima de especulación», que la conecta también con su experiencia como corresponsal de guerra.

Maruja Torres cerró el encuentro con el público de Valladolid con una reflexión muy personal sobre el título de hija adoptiva de Asturias que le acaban de otorgar: «Me gusta no ser huérfana», aseguró la pionera periodista, ganadora de los premios Nadal y Planeta como escritora, que encontró en una sala de cine el lugar en el mundo en el que quería vivir.