Los últimos trabajos de Jean-Pierre y Luc Dardenne e IIldikó Enyedi, hoy a competición en la Sección Oficial de la 70ª Seminci
La quinta jornada de la 70ª edición de Seminci consolida su apuesta por el cine social y humanista con una programación que ha presentado visiones esperanzadoras de la maternidad adolescente, las relaciones interespecies y la reconstrucción tras la tragedia. Sin dejar de lado reflexiones sobre realidades contemporáneas como las tensiones migratorias en Alemania o la globalización del trabajo doméstico y las posibilidades de la ficción para transformarlas.
Los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, referentes fundamentales del cine social europeo de los últimos treinta años y ganadores de la Espiga de Oro en 1996 por La promesa, han acudido a Valladolid para presentar Recién nacidas, en la que se aproximan a la realidad de cinco madres adolescentes en una maternal de Lieja. Un retrato coral y luminoso que pone el foco en este lugar donde jóvenes atravesadas por diferentes circunstancias adversas encuentran una red de apoyo y una posibilidad de reinventarse de cara al futuro. «Las cinco historias son ficciones. Y la ficción sirve para aportar posibilidades a la realidad», ha comentado Jean-Pierre Dardenne a la prensa y el público, añadiendo que, aunque tenían un guion inicial, se enamoraron del centro de maternidad y dejaron que fueran sus historias las que guiaran la realización de esta película que les valió el premio al mejor guion en el Festival de Cannes.
El relato humanista adquiere un tinte especial con Silent Friend, de Ildikó Enyedi, que vira la mirada hacia el mundo de las plantas para ofrecer una experiencia inmersiva y sensorial y mostrar las relaciones que podemos entablar incluso entre diferentes especies. La película, protagonizada por Tony Leung (Deseando amar), aborda períodos distintos de la Historia alemana, poniendo un énfasis especial en la pandemia de covid y la necesidad de comunicación en nuestros tiempos. «Quería hablar del covid como vivencia colectiva. Fue algo horrible, pero a la vez nos dio el tiempo para repensar nuestra forma de vivir», ha señalado la cineasta húngara. «Me gusta cómo estas distintas realidades se tocan, sin la posibilidad de entenderse del todo entre sí», añadió.
Punto de Encuentro
Josh O’Connor da vida a un cowboy que lo ha perdido todo en un incendio en Rebuilding, el segundo largometraje del director Max Walker-Silverman, estrenado en España en Seminci. Una historia de reconstrucción después de la tragedia que pone el foco en la relación entre padre e hija y la creación de comunidad. Walker-Silverman se suma a la lista de cineastas independientes que en Estados Unidos reformulan códigos clásicos del cine, entre ellos, un género como el western.«No pienso tanto en esos términos. Por supuesto, ahí está, y es cierto que mi personaje desafía esa noción de masculinidad muy presente en los personajes de esas películas. Pero yo soy de ese lugar; esos son mis amigos, es mi realidad. Lo quería retratar era la belleza de las personas y el paisaje», ha señalado.
De las montañas de Colorado Seminci ha viajado a la ciudad de Sangerhausen, donde se desarrolla Phantoms of July, de Julian Radlmaier, un cuento de verano que esconde en su aire de ligereza una mirada aguda a la Alemania del pasado y del presente, conectando a la antigua clase trabajadora alemana con la nueva clase trabajadora migrante, que comparten características similares: su vulnerabilidad y sus sueños por cumplir. «Es un lugar que condensa muchas cuestiones de la historia alemana, no solo por sus símbolos y su vinculación con esa mentalidad romántica, sino por su situación actual. Es un lugar en el que convive un profundo auge de la extrema derecha con una narrativa generalizada de inmigración y racismo. Quería reflejar en la película esa convivencia, por un lado hablando de una faceta oscura de la Alemania contemporánea pero por otro dando una perspectiva luminosa a través de ese tramo final de las protagonistas», ha afirmado Radlmaier.
También en Punto de Encuentro ha tenido su estreno nacional La risa y la navaja, de Pedro Pinho, autor de la multipremiada La fábrica de nada (2017). Sérgio Coragem, protagonista del film,interpreta a un ingeniero medioambiental que viaja a Guinea Bissau, antigua colonia portuguesa, para desarrollar un proyecto de modernización. Premisa que revela un interés por profundizar en las huellas del colonialismo aún presentes a día de hoy, tal y como ha apuntado el actor: «Son temáticas aún muy poco habladas en Portugal. Y creo que Pedro Pinho ha tomado un buen riesgo al hacer esta película, que muestra muchas dificultades y mucha violencia, pero también mucho amor. He aprendido sobre las consecuencias históricas de las acciones que tomaron los portugueses de siglos antes y las repercusiones que aún existen. Hay una tremenda falta de humanidad y el aprendizaje está en proceso», aseguró el actor.
Tiempo de Historia, Alquimias y Proyecciones Especiales
Maureen Fazendeiro, conocida por su trabajo junto a Miguel Gomes (Grand Tour, Diarios de Otsoga), ha acudido a presentar su primer largometraje en solitario, a competición en Tiempo de Historia. Las estaciones propone un viaje por los tiempos del Alentejo, región al sur de Portugal. La memoria oral se convierte en el centro de este relato que se propone elaborar una genealogía colectiva del ser humano y su incidencia en el territorio. La directora presenta también en la 70ª Seminci el cortometraje Les Habitants, a competición en la Sección Oficial Cortometrajes Internacionales, «un retrato de la sociedad francesa y de la idea de comunidad, de lo que somos dentro de esta, del otro y del extranjero».
Por su parte, en Alquimias, Leonor Noivo ha viajado a Valladolid con su ópera prima, Bulakna, una mirada a las vidas de las mujeres que diariamente dejan su hogar en Filipinas para emigrar a buscar trabajo como empleadas domésticas en países occidentales. «Creo que refleja muy bien la situación de globalización en la que vivimos hoy en día, viendo cómo este país y muchos otros exportan a sus trabajadores como si fueran mercancía», ha comentado la directora y guionista, conocida por sus colaboraciones con cineastas como João Nicolau, Marilia Rocha o Pedro Pinho.
Dentro de esta misma sección Ana Serret ha estrenado mundialmente Apuntes para una ficción consentida, en la que Isabelle Stoffel (colaboradora habitual de Jonás Trueba) interpreta a una actriz suiza asentada en Madrid. «La película narra las peripecias de una actriz suiza que vive en Madrid y carga con los prejuicios y los miedos que acompañan siempre este tipo de profesiones. Su condición de extranjera pesa, pero se mantiene a flote día a día. También habla de lo difícil que es vivir en Madrid en un estado de precariedad, una ciudad que se ha vuelto más hostil con los años», ha afirmado Serret acerca de este viaje identitario que retrata en la película.
Continuando su exitosa ruta por festivales internacionales,se ha proyectado hoyCiudad sin sueño, de Guillermo Galoe, en el marco de las Proyecciones Especiales de la 70ª Seminci. Esta ópera prima, que sigue la historia introducida en el cortometraje ganador del Goya Aunque es de noche (2023), acerca al público a la realidad que se vive en La Cañada Real a través de los ojos de Toni, un adolescente de quince años que se enfrenta a un futuro incierto cuando su familia se traslada a un piso de protección oficial.
Cortometrajes
La Sección Oficial Internacional de Cortometrajes ha presentado en el Teatro Zorrilla su cuarta sesión. Bajo el título ‘Instinto animal’, esta sesión se compuso de cinco trabajos en los que se explora y amplía la noción de lo humano en relación a su entorno y las especies que lo habitan. La proyección incluyó Living Stones, con la participación del director Jakob Ladányi Jancsó; Their Eyes, de Nicolas Gourault; Dog and Wolf, presentado por la realizadora Terézia Halamová; Bread Will Walk, con la participación de Alex Boya; y el estreno europeo de Loquita Por Ti, al que acudieron la directora Greta Díaz Moreau, Pau Pérez y Jon López.