En medio de un fuerte aguacero, un monje encuentra a un gatito al que bautiza como Anzu y cría con esmero. Sin embargo, 30 años después, el gatito no solo no ha muerto, sino que se ha convertido en un ‘gato fantasma’ que habla y vive como un ser humano. A sus 37 años, viaja en ciclomotor y trabaja a tiempo parcial como masajista. Un día, el anciano monje le pide a Anzu que cuide de Karin, su nieta de 11 años que ha sido abandonada por su padre, y este acepta a regañadientes. Al principio, sus personalidades enérgicas chocan y saltan chispas, pero poco a poco empiezan a entenderse. Entonces, Karin le pide un favor a Anzu: quiere volver a ver a su madre fallecida. Ese es el punto de partida para un dramático viaje que les llevará hasta el mismísimo Infierno.