Magallanes

Gael García Bernal encarna la figura de Fernando de Magallanes en un relato épico que recorre en tres actos las vicisitudes del joven navegador descubriendo el mundo, la negociación en Portugal para sacar adelante una ambiciosa expedición y, finalmente, el viaje que culminará en su particular descenso a la locura ya en tierra conquistada. El inconfundible estilo de Lav Díaz, plagado de sobrecogedores planos secuencia forma ahora una triple alianza con Albert Serra en la labor de producción y la belleza hipnótica de la fotografía de Artur Tort (Pacifiction, Tardes de soledad), para aproximarse a uno de los episodios cruciales de la conquista de Filipinas en el que la geopolítica se revela inseparable de las pasiones humanas. El Festival de Cannes acogió el estreno de esta película colosal que recoge el testigo de obras como Aguirre, la cólera de Dios o Apocalypse Now, para acercarse a lo cotidiano como verdadero repositorio de los misterios de la Historia, a través de un hombre cuya mirada se antoja impenetrable mientras escudriña el horizonte desde la proa del barco cautivado por el mito del fin del mundo. Lo que más dudo es esa frase inicial, por eso hay dos versiones. Sigo dándole vueltas a cómo hablar del viaje personal en paralelo a los conflictos.