- La 70ª edición de Seminci acoge el estreno en España de la obra más reciente del reconocido cineasta Bi Gan, que recibió el Premio Especial del Jurado en el pasado Festival de Cannes.
- La película, que cuenta con la estrella del cine taiwanés Shu Qi, propone un viaje sensorial y temporal por la historia del cine en el siglo XX
El aclamado director chino Bi Gan ha presentado hoy en la Sección Oficial de la 70ª Seminci su película más reciente y audaz, Resurrection. Tras las fascinantes Kaili Blues (2015) y Largo viaje hacia la noche (2018), Bi Gan vuelve a explorar el terreno de los sueños, esta vez creando un universo paralelo en el que los seres humanos han perdido la capacidad de soñar. Solo algunos individuos, llamados ‘delirantes’, insisten en mantener viva su habilidad onírica, mientras una misteriosa mujer, interpretada por la famosa actriz Shu Qi (Millennium Mambo, Transporter), se encarga de rescatarlos de los mundos imaginados en los que deambulan.
Un siglo de sueños
Ambiciosa y lúdica, Resurrection propone un viaje a través del tiempo y de los sentidos, que toma la forma de homenaje al cine a lo largo del siglo XX: desde sus primeras décadas de existencia, de Méliès al expresionismo alemán, y hasta la inclusión de nuevas tecnologías en los años noventa. «Queríamos abarcar un ciclo de tiempo determinado, empezar en los inicios del cine y acabar sintiendo lo que fue el cambio de siglo. Cada capítulo se corresponde con un género cinematográfico, pero también con los cinco sentidos, que representan el núcleo de mi película», ha comentado Bi Gan.
Todo ello se enmarca en una compleja estructura episódica; un entramado de historias que, una tras otra, recuerdan el poder de la ficción para inventar otros mundos. El cineasta ha señalado los retos en la realización de algunos episodios, entre los que se destaca un plano secuencia de cuarenta minutos: «Todo el mundo tenía muchas expectativas de mi plano secuencia y precisamente por eso en un principio no quería hacerlo. Pero también es la técnica que me resulta más familiar y era coherente con lo que queríamos mostrar en ese episodio final, la noche de víspera del nuevo milenio».
Sin embargo, añade que lo más importante no es ni la estructura ni las formas del cine: «El cine, para mí, siempre es un juego. Y estas son simplemente maneras de hacer cine. Lo más importante es el final, son las personas que brillan en la película, la emoción. No solo hacia el cine sino también hacia el mundo».
El cine del futuro
Resurrection propone una mirada hacia el pasado que trasciende la mera nostalgia y reflexiona sobre el futuro, tanto de la humanidad como del arte cinematográfico. Esto es algo que resulta particularmente importante con los avances tecnológicos actuales. «Vivimos en mundo de tecnología muy avanzada, dependemos de ella por completo en nuestros actos cotidianos. Y es normal que haya muchos autores preocupados por el futuro. Pero tenemos que recordar que lo que realmente necesitamos es nuestro cuerpo. Usamos las piernas para andar e ir más lejos, los ojos para ver, la mente para pensar. Por supuesto, el cambio del mundo hace que estemos pendientes de la máquina, pero creo que tenemos que volver a las cosas tradicionales, antiguas, puras, simples. Nuestro conocimiento del mundo parece fallido pero es lo que construye nuestra consciencia y nuestra sociedad, es lo que hace que seamos humanos», ha señalado Bi Gan, reflejando una visión que se aleja del derrotismo y devuelve al cine su luminosidad.