70 edición. Del 24 de octubre al 1 de noviembre de 2025.
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24 oct./1 nov. 2025
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Harry Lighton: «Quería que fuese el público de ‘Pillion’ quien decidiese si encontraba el sexo excitante o repulsivo»

Harry Lighton: «Quería que fuese el público de ‘Pillion’ quien decidiese si encontraba el sexo excitante o repulsivo»

Harry Lighton: «Quería que fuese el público de ‘Pillion’ quien decidiese si encontraba el sexo excitante o repulsivo»
  • Alexander Skarsgård, protagonista junto a Harry Melling, ha presentado esta película junto al director en Seminci

La 70ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ha estrenado dentro de su Sección Oficial, Pillion, el primer largometraje de Harry Lighton, que se alzó con el premio a mejor guion en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes.

La película narra la peculiar relación amorosa de Colin, un tímido joven que se somete a las prácticas sexuales de dominación de Ray, un carismático líder de una banda de moteros. «No quería huir del sexo que tenía lugar en la pantalla, quería que fuese el publico el que decidiese si encontraba el sexo excitante o repulsivo. No podía ser algo provocador de forma gratuita», ha declarado el cineasta, hablando del proceso de acercamiento a la filmación de las escenas sexuales entre los protagonistas interpretados por Harry Melling y Alexander Skarsgård. El actor sueco ha añadido: «Cuando leí el guion me alegró ver que no había cruzado esa línea del morbo y que en las escenas más íntimas te quedas con los personajes. Esos momentos están ahí por una razón, sirven para desarrollar su historia».

Alexander Skarsgård y Harry Lighton. ©Seminci / Photogenic 

Para Skarsgård, el guion fue clave en su decisión de participar en una producción pequeña que era, además, la primera película de un director joven: «Nunca sentí riesgo al acercarme al proyecto. Cuando leí la premisa me sorprendió, porque creo que muchos guiones divagan mucho, pero este era muy original. Vi que no era simplemente una película morbosa de moteros, sino que era tierna, un coming of age con personajes muy bien escritos».

Con una gran carrera a sus espaldas en producciones de gran presupuesto, como Tarzan o El hombre del norte, el actor no encuentra muchas diferencias entre trabajar en Hollywood y en Europa: «La línea es borrosa; muchas veces son coproducciones. Me gusta tener la posibilidad de participar en proyectos de gran presupuesto con helicópteros y luego poder hacer también algo mucho más pequeño».

En el caso de Pillion, encontró muchas ventajas a la hora de trabajar con un reducido equipo, formado principalmente por gente joven: «Esta película era mucho más íntima y eso le daba un aire de autenticidad. Cuando hay 400 personas estamos simplemente descansando en una caravana. Aquí no era así, daba una sensación de emoción constante, porque al ser prácticamente todo gente joven no creen que estén simplemente haciendo un trabajo sino que también forman parte de esta historia».

Alexander Skarsgård y Harry Lighton. ©Seminci / Photogenic 

El complejo retrato de una relación amorosa presentado, sin estigmatizar las conductas de los personajes, de la novela Box Hill, escrita por Adam Mars-Jones fue el punto de inspiración para Pillion. «No quise responder a las preguntas sobre el pasado de Ray que podrían haberle llevado a este tipo de prácticas; así le quitas al público cualquier posibilidad de establecer una relación morbosa y freudiana con el personaje. Encuentro las preguntas que me surgen sobre él muy interesantes y cuando intentaba darles una explicación se volvía un personaje mucho menos enigmático», ha asegurado Harry Lighton.

Una de las claves para este acercamiento a Colin y Ray ha sido el trabajo entre los dos actores protagonistas: «No nos conocíamos de nada antes del rodaje, así que el misterio fue muy interesante para mí. Como la relación de los personajes estaba muy clara en el guion, no tuvimos que discutir antes sobre nuestras visiones sobre su historia; era mejor explorarlo en el rodaje. Era muy emocionante mantener esa distancia, porque no sabíamos dónde nos iba a llevar la escena, de repente había tensión o ternura y eso nos sorprendía», ha admitido Alexander Skarsgård.

Alexander Skarsgård. ©Seminci/Photogenic

Para Lighton, el reto era hacer una película con un actor de gran trayectoria: «Es muy fácil dirigir a Alexander, ha sido muy dócil en el set, como si fuese mi Colin fuera de la película. Creo que la clave es tratarlo como si fuese cualquier actor», ha bromeado.

Tras su estreno en Cannes, ambos han presentado la película por diversos festivales, desde Londres a Telluride, con Alexander Skarsgård posando en los photocalls con un vestuario muy atrevido. «No fue premeditado; cuando el grupo de moteros que participaba en la película fueron invitados al estreno en Cannes, sabía que no iban a vestir un traje gris; ahí empezó todo. Decidí jugar con mi apariencia y es muy divertido».