- Los cineastas han presentado, junto al actor Octavio Bertone, la película a competición en la Sección Oficial de la 70ª edición de Seminci
La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) acoge en su Sección Oficial el estreno en España de La noche está marchándose ya, el primer largometraje dirigido en conjunto por Ezequiel Salinas y Ramiro Sonzini, que en 2021 se alzaron con la Espiga de Plata al mejor cortometraje con Mi última aventura.
Esta oda al cine de los años 30, que se ha contagiado de innumerables referencias a las películas noir y al melodrama, tiene como protagonista al Cine Club Municipal Hugo del Carril de la ciudad de Córdoba, un lugar que los directores han transitado durante toda su vida: «Es el centro de la actividad cinematográfica en la ciudad, un lugar donde la gente se encuentra. Además es un edificio muy particular, nos servía no solo como set sino como algo simbólico», ha señalado Sonzini. «Decidimos filmarla en blanco y negro, porque queríamos asociarla a esa estética del tipo de películas que nos gustan, pero no usarla solo como algo referencial sino como un recurso plástico para compensar el bajo presupuesto», ha añadido Salinas.
La película sigue las peripecias de Pelu, el proyeccionista del Cine Club, que pierde su trabajo y comienza a pasar las noches en el lugar como guardia de seguridad. El origen del proyecto surgió, según los cineastas, como una reacción a la crisis política y económica que se vive en Argentina, que ha afectado, sobre todo, a la industria cinematográfica: «Filmar en una sala de cine era como exorcizar una pesadilla. La gestión pública argentina está dispuesta a recortar cualquier cosa que tenga que ver con la cultura», ha comentado Salinas, reflejando su propia situación de precariedad laboral a raíz de las políticas restrictivas del gobierno de Milei.
El otro gran protagonista de la película es el propio proyeccionista del Cine Club y también actor, Octavio Bertone, que ya había trabajado anteriormente con los cineastas: «Que el proyecto esté localizado en el Cine Club me generó una gran comodidad, no solo como espacio, sino porque que el resto de personajes de la película son actores que van habitualmente al Cine Club. Es una ficción, pero es algo cercano a lo que vivimos» ha declarado el actor. «El protagonista de nuestro corto anterior tiene mucho que ver con Pelu. Queremos seguir filmando a Octavio siempre, ver cómo evoluciona y envejece» ha añadido Ezequiel Salinas.
El presente del cine argentino
El equipo ha compartido el sentido de juego que ha rodeado el rodaje, partiendo de esa estética de los años 30: «No era solo trasladar nuestra experiencia a la ficción, sino inventar y probar como si fuese un concurso de disfraces. Jugar al cine tenía que ver con eso con ponerse delante de la cámara y encarar una personalidad que no es la tuya», ha reflejado Sonzini. Incidiendo en esa dimensión lúdica que ha acompañado a la crisis política y ha invadido la construcción del proyecto, ha añadido: «Cuando pensábamos que no íbamos a volver a filmar nunca más dijimos: vamos a disfrutar y a pasarlo bien».
Para los realizadores, la película sirve como un símbolo del estado actual del cine argentino y defienden la idea de comunidad que recorre a los trabajadores del Cine Club como forma de combatir la precariedad del sector. Salinas ha comentado al respecto: «Vimos que entre amigos podíamos lograr hacer una película, no porque fuese a estar en festivales, sino porque era mejor estar juntos dos semanas que estar sufriendo en soledad». Y ha añadido: «Tenemos claro que no vamos a dejar de hacer cine; no solo hacer películas, sino participar activamente también en el Cine Club, trabajando para que esté más vivo y más fuerte», ha añadido.
Con respecto al futuro de la industria audiovisual argentina, ambos realizadores se han mostrado optimistas, confiando en la capacidad de los trabajadores para sacar adelante un modelo industrial que aprenda de los errores del pasado: «No sabemos si Milei va a seguir o no, pero lo que sí sabemos que es que el cine argentino se ha recuperado de cosas peores», ha comentado Ezequiel Salinas. «Los cineastas han resistido política y estéticamente a enemigos más feroces, sabemos que Argentina volverá a producir como en sus mejores años y ojalá nosotros podamos seguir aportando a ello», ha concluido el cineasta.