- La relación entre el teatro y la política italiana en el marco de la Primera Guerra Mundial, a competición en la 70ª edición de Seminci
La Sección Oficial de la 70ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) incluye hoy el estreno en España de Duse. La última película de Pietro Marcello (La bocca del lupo), una incursión en la vuelta a los escenarios de la actriz italiana entre 1917 y 1923, la relación con su hija y su ayudante y su acercamiento al fascismo italiano.
El cineasta ha incidido en su intención desde un principio de construir la película como un biopic poco convencional, insistiendo en la vinculación que Duse tiene con uno de sus anteriores trabajos, Martin Eden: «Es como si ambas películas fueran gemelas; no son un biopic clásico, sino una mirada al espíritu irreverente de un personaje, en este caso de una heroína del pasado italiano que formó parte de la tradición teatral nacional entre los siglos XIX y XX» ha declarado.
Valeria Bruni Tedeschi, ganadora del premio a mejor actriz en la 61ª edición de Seminci por Locas de alegría, de Paolo Virzì, protagoniza este peculiar retrato que se acerca a la vida pública y privada de la actriz durante los años convulsos del periodo de entreguerras. «Pensé en Valeria desde un principio cuando estaba escribiendo el guion. Por eso no ha habido un casting propiamente dicho, ya que además de ser una gran intérprete me interesa mucho su faceta como directora, algo que podía aportar mucho a la personificación de Eleonora Duse» ha reconocido el director, deteniéndose en el profundo trabajo con la actriz italiana para lograr hacer emerger en la pantalla ese aura de Duse, que Marcello ha definido como «un espíritu a medio camino entre lo humano y lo divino».
La caracterización de un personaje como Eleonora Duse, de la que solo se conserva una aparición en una película italiana de 1916 titulada Cenere, fue un reto para Marcello: «No hay apenas archivos sobre ella, solo unos registros de audio perdidos y este pequeño papel en el cine, por eso nuestra intención ha sido interpretar una faceta de Duse; no tengo las fuentes necesarias para hacer un biopic al uso». El realizador también ha recordado su experiencia en el cine documental y cómo ha influido en el trabajo con Valeria Bruni, sobre lo que ha expresado: «Para mí es fundamental que existan imprevistos en un rodaje, dejar espacio a lo accidental, y con Valeria Bruni era una epifanía constante, es como si la película estuviera hecha en estado de gracia».
Revisitar la Historia
Uno de los aspectos cruciales de la película, que se aproxima a un panorama político cambiante desde varias perspectivas, ha sido el largo trabajo de investigación. «Para cambiar la Historia debemos conocerla, porque siempre son los vencedores los que cuentan los sucesos. Por eso me interesaba este personaje que sobresalía en un momento en el que las mujeres estaban relegadas a papeles secundarios en el teatro. Al mismo tiempo quería acercarme a este período que transformó el país para siempre, algo similar a lo que ocurrió en Europa», ha reconocido el director.
Para Marcello, el uso del material de archivo representa un contrapunto paralelo al viaje propio de Eleonora Duse, «un personaje que lleva la Historia a sus espaldas». Y explica: «Por eso me interesaba mucho detenerme en los últimos años de su vida, en esa incertidumbre del nuevo siglo y la relación entre el arte y el poder político».