Guillermo Fernández-Zúñiga fue un pionero del cine científico en España y miembro del equipo de difusión audiovisual de la República durante la Guerra Civil española. A pesar de tener una gran importancia histórica, mucha de su obra se ha perdido a lo largo de los años. Tal es el caso de La flor de Irupé, película que este inició en el exilio en Buenos Aires, pero que nunca llegó a completar. Candela Sotos realiza un ejercicio de reconstrucción de la memoria personal, viajando a través de relatos familiares y archivos oficiales para arrojar luz sobre una biografía que, como tantas otras, fue ocultada por el franquismo. Sotos sigue los pasos de su tío abuelo y construye un film que, entre la ciencia y la poesía, resulta tan único como la planta que le da nombre: aquel gigantesco y misterioso nenúfar amazónico que florece solo una vez al año, de noche y de manera inesperada.
Candela Sotos
Nació en Madrid en 1986. Estudió Comunicación Audiovisual en Madrid y un máster en artes plásticas y fotografía en la Université Paris 8. También fue parte del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato di Tella de Buenos Aires. Desarrolla su trabajo entre el archivo, la imagen en movimiento y las prácticas botánicas. Su filmografía incluye obras como ‘Balun Canan’ (2017), ‘Primera noche’ (2018), ‘Proyecto Y.’ (2024) o ‘Danza III’ (2024), que han formado parte de exposiciones y se han exhibido en CRA Matadero Madrid, Cineteca, Círculo de Bellas Artes, Real Jardín Botánico, Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Fundación Cerezales, el festival Punto de Vista, o la Fundación Sandretto Re Rebaudengo, entre otros. Su último trabajo, ‘Yrupẽ’ (2025), fue seleccionado en Visions du Réel dentro de la competición Burning Lights. Además, es miembro de LaCalor, un jardín y espacio artístico independiente dedicado a la serigrafía y obra gráfica.